Kaira Samaniego es una chica con metas trazadas. Ella ingresó a las filas de la Policía Nacional (PN) en 2012 y estuvo cuatro años y medios como parte de Grupo de Apoyo al Servicio (GAS).
Esta fémina ha tenido la oportunidad de trabajar y recorrer todo el distrito capital con esta profesión.
Una vez se le de dio la aprobación para ingresar al Servicio Especial Motorizado de la PN, no dudó en hacer todos los esfuerzos necesarios para ser una lince con garras.
Cuenta que tuvo que pasar una serie de pruebas físicas y psicológicas para alcanzar esa meta. Así ingresó al curso N. 40 de los linces, donde ya tiene tres años de portar orgullosamente el uniforme digitalizado.
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Todos somos linces, no hay consideración por ser mujer
Pero llegar a este punto no fue fácil. Aprobar esa capacitación fue una gran barrera por saltar, ya que había seis féminas; dos aeronavales y cuatro de la PN. Las pruebas físicas son muy exigentes, además tener el dominio y control de la moto es duro.
Aclaró que no es lo mismo manejar una moto cívil en la calle que tener control sobre los tranques, situaciones e incluso sobre su propio cuerpo. Y como los linces andan en grupos de dos, entonces, hay que saber maniobrar con el peso del motor, el peso de su colega y el dominio de la motocicletae en plena acción. Solo ella pesa 160 libras y tiene una estatura de 1.71 metro.
Destacó que en esta capacitación no hay ningún tipo de consideración por ser mujer. "Todos por iguales. Allí todos somos linces. No hay pruebas para hombre y mujeres, todos pasamos por los mismo ejercicios", detalló.
De acuerdo con Samaniego, ella quiso ser lince porque le gustaba. Piensa que pudo estar inspirada en uno de sus hermanos que también era parte de este grupo de policías. No obstante, son tres hermanos, todos son policías.
Recuerda que él contaba sus anécdotas en las calles y ella lo escuchaba atentamente. Por su mente pasaba la expresión "chuzo, me gustaría ser lince".
Frente a este anhelo aplicó varias veces hasta que le dieron el visto bueno. Hoy, gracias a Dios, saborea sus esfuerzos por haber alcanzado esta meta y vive en medio de una adrenalina total en la calle.
En medio de esta entrevista expresó satisfecha "pertenecer a la unidad más temida por la delincuencia, me encanta".
A pesar de que es un trabajo de mucho esfuerzo, de sudar en la calle, entre otra cualidades propias de esta carrera, Kaira narró que tiene claro que no puede dejar de ser femenina en su labor.
Así las cosas, compartió que en algunas ocasiones le han tomado foto, pues se baja de la moto rápido y se maquilla brevemente. Siempre trata de que todo su uniforme esté nítido, cuando puede se recoge el cabello, se rotoca y se conduce elegantemente.
Antes de esta estrevista se apareció en su moto. Como portaba casco no se sabía quién era, pero al bajarse se lo quitó y se presentó maquillada. En sus manos portaba un arma de fuego y antes de narrar su experiencia y que se le tomaran las fotos que ilustran esta nota se colocó sutilmente su boina.
"Siempre me gusta estar bien uniformada, ven en mi una persona detallista, con las uñas pintadas, con una manera correcta al hablar y que saber tratar a las personas en los diferentes escenarios", compartió.
Aunque se siente satisfecha de su trabajo, dijo que tiene otras aspiraciones y la instición le ofrece otras oportunidades que no dudará en aprovechar.
Actualmente Kaira tiene tres hijos y afortunadamente es su madre quien cuida de sus vástagos. "Mientras estoy trabajando los llamo cuando puedo o ellos me llaman. Cuando salen de la escuela me dicen, mamá tengo que llevar esta tarea y mientras que estoy en el turno veo como consigo las cosas. Al llegar a casa, entro en la faceta de madre y los atiendo".
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Todo bajo control, todo tiene su tiempo y espacio
Mientras ellos hacen las tareas que les faltan, ella cocina o va ordenando para el día siguiente. Si hay que planchar, también lo hace. Y así, un ajetreo diario, pero se siente satisfecha de sacar adelante su trabajo y dedicarle tiempo a sus hijos: Miguel Valdés, José Valdés y Gladys González.
"La mujer hoy en día se está empoderando del país. Digo que con un impulso más, una ayuda más, nuestro género sería el éxito", concluyó frente a todos los desafíos y a veces desventajas a la que se ven sometidas las damas de este país.
día a día comparte el testimonio de Kaira Samaniego, precisamente para realzar el valor como mujer, como profesional, como madre... En fin, una misión de excelencia, de compromiso y muy digna de admirar.
"Mi mensaje para todas las femeninas, en el Día Internacional de la Mujer, es que sigamos adelante, que luchemos por las cosas que queremos, que tengamos perseverancia. Nunca decaigamos, nuestro sexo es fuerte. Estar rodeada dentro de tantos varones y lograr que en la calle reconozcan mi capacidad es satisfactorio. Pueden ser escenarios duros y te desenvuelves bien, pero cuando te quisas el casco, nos dicen: wao... es una mujer. Eso me enorgullese".